¿Comprender los mecanismos de un reloj automático? Beaubleu te lo cuenta todo
Comprender el mecanismo de un reloj no siempre es obvio. En la mente común, un reloj funciona con pilas o se le da cuerda manualmente. Sin embargo, los relojes automáticos tienen una especialidad muy particular. Descubrámoslo juntos.
¿Cuál es el mecanismo automático?
El reloj automático tiene su origen en el reloj manual. Su mecanismo se compone de numerosos elementos que, ensamblados entre sí, permiten poner en marcha este maravilloso mecanismo. ¿Su pieza maestra? El rotor (también llamado "masa oscilante" o "bloque de inercia"). Es el rotor el que facilita la puesta en marcha de los engranajes del reloj mediante el movimiento de la muñeca.
Así, mientras se lleva puesto, el mecanismo del reloj se da cuerda a sí mismo. Si el propietario no lo lleva en la muñeca, este tipo de reloj tiene una autonomía de 40 horas de media. Por ello, estos modelos están equipados con una corona que permite ajustarlos de nuevo si el aparato está parado.
Si opta por esta joya mecánica, tendrá que tener cuidado de no agotar la reserva de marcha para evitar tener que darle cuerda manualmente.
Centrarse en el mecanismo del reloj automático
Para entender bien el mecanismo de un reloj automático, veamos sus componentes y cómo funcionan.
- El rotor: es el peso que hemos mencionado anteriormente. En forma de semicírculo que gira 360 grados cuando está en movimiento, es el rotor el que proporciona la energía al mecanismo del reloj.
- El muelle : enforma de cinta enrollada alrededor del barrilete (parte cilíndrica), desempeña el papel de motor. En otras palabras, acumula toda la energía producida por el rotor para liberarla al resto del mecanismo.
- El sistema de transmisión : la misión de este pequeño engranaje es transmitir la energía mecánica distribuida por el muelle directamente a la rueda de escape.
- La rueda de escape : después de haber recibido la energía del sistema de transmisión, este engranaje la dejará difundirse intermitentemente de manera regular.
- El volante : con un latido que va de 5 a 10 veces por segundo, es el corazón del movimiento. Regula el movimiento circular de las agujas.
- Rubíes : no son verdaderas piedras preciosas. Sintéticas, duras y resistentes, reducen la fricción y, por tanto, el desgaste.
- La corona : sirve para dar cuerda manualmente al mecanismo del reloj. Es una especie de botón externo al aparato que también permite ajustar la hora con precisión.